Dos siglos atrás nos declarábamos independientes de España, no sólo en nuestro país, ya que la llama revolucionaria venía expandiéndose por todo el continente, hasta que se dio fin a la famosa “época colonial”.
Se habla de independencia porque en esos años el pueblo latinoamericano le gritó a Europa y al mundo que no estaba dispuesto a seguir sometiéndose a los dictámenes de España o cualquier otra potencia extranjera.
Cabe recordar que nos referimos a una época en la que el Imperio Español dominaba militarmente nuestro territorio, y en base a eso nos arrebataba nuestras riquezas.
Hoy ninguna potencia extranjera ocupa nuestro territorio, porque no hace falta, la dominación pasa por otro lado, pasa por el desentendimiento de la realidad, por la falta de memoria, por creer que todo esta bien así como está y que la lucha por la independencia es cosa del pasado, cuando hoy, más que nunca, hay q retomar ese grito ante quién defiende los intereses de las potencias mundiales en vez de defender los intereses del pueblo.
Hoy no hace falta apuntarle en la cabeza con una pistola a nadie para obligarla a hacer algo, basta con apuntarle un televisor y así obedecerá con gusto.
Hoy no hace falta imponerle un virrey a la ciudad para que defienda los intereses privados, porque la gente misma elige un representante, supuestamente democrático, que vende todo al mejor postor, sea Macri o sea cualquier otro, nosotros lo sabemos, basta ver la situación de la educación, nuestra situación de la educación.
Hoy lamentablemente no hace falta declarar este país colonia de nadie, mejor que sigamos creyendo que somos libres y soberanos, porque así no tendría sentido plantearse una libertad que supuestamente poseemos.
Hoy el saqueamiento de nuestras riquezas es perfectamente legal, son miles las multinacionales que operan en el país y se llevan lo más preciado que tenemos, desde los alimentos y minerales, pasando por los científicos e incluso los futbolistas, es decir, todo lo que sea ganancia no tengan dudas de que se lo llevarán al instante, a pesar de nuestra gran independencia.
En este contexto es que planteamos un nuevo análisis de la realidad del país, es hermoso pensar que somos libres y que todo marcha como queremos, pero ahí esta la trampa precisamente
¿Pensamos al respecto acaso? ¿O tenemos la más mínima intención de hacerlo?
Porque si antes se dominaba en el campo de batalla, hoy el campo de batalla es la cabeza de cada uno de nosotros, y por eso, de cada uno depende seguir dominado o liberarse.
Desde este espacio invitamos a todos a todos a pensar, a cuestionar, y sobre todo a luchar por otra realidad, la realidad de una Latinoamérica verdaderamente independiente, realidad que ya supimos conseguir una vez, y que hoy, más que nunca, tenemos que recuperar.
Por todo esto homenajeamos y saludamos a los libertadores de la América del siglo XIX, y nos saludamos a nosotros mismos, los que queremos un mundo mejor, los gestores actuales de una independencia que con convicción y sacrificio, no vamos a tardar en conseguir.